Recuerda las siguientes palabras si te vas a casar: No debes de cumplir la expectativa de nadie, solo la vuestra, sois dos y el protagonista es el amor entre los dos. Toma el control tu y haz lo que quieras, no lo que te digan.
Ilusiones rotas, como las letras de poliespan de sus iniciales al acabar la fiesta. Así se encuentran muchas parejas al acabar su boda. Resulta que todo iba a ser personal y único, una boda tan personal y única como todas las demás… Mentiras para hacer una montaña, promesas incumplidas y mucha resignación.
Este fatal desenlace del enlace es muy común, una pena en toda regla. Hay personas que ven una baza y aprovechan que las parejas solo se casan una vez, si lo hicieran una segunda: todo cambiaría y tomarían el control. No te dejes engañar, hay muchos pequeños detalles que son los que marcan la diferencia y vuestro amor es único. Piensa en ellos…
He visto bodas arruinadas por tonterías que muchos no imaginan ni se han parado a pensar, pero al contrario de los que muchos pueden imaginar, nada tienen que ver con el dinero. He visto pasillos estrechos donde la novia cabía a duras penas con su padrino, horarios rotos por absurdos retrasos por falta de planificación y un largo etcétera que les comento a las parejas que me contratan. Para que ellos realmente hagan las cosas como creo que se deben hacer, al menos para que lo piensen.
Una posición adecuada es muy importante para que todo se llene de magia por la luz. No te tienen que alejar de tus invitados hora y media para la sesión de fotos, en fin… Muchos detalles que marcan una enorme diferencia. Por ejemplo yo, hago la sesión de fotos de la boda en 15-20 minutos, ya que la pareja quiere estar con sus familiares e invitados ese día y no para hacerse fotos.
Elige a profesionales que te traten como la persona que eres y no con supuesto trato profesional. No nos equivoquemos, tendemos a pensar que un trato profesional es un trato serio. La seriedad se demuestra de otras maneras, el trato profesional es un trato humano, no un trato serio. Toma el control.
Me niego a cometer ese error. No voy a llenar de irrealidad las fotografías que me encogen el corazón por su propia belleza natural. No las voy a retocar. Sería toma una mala decisión, aunque tu quieras. Me lo vas a agradecer, sabes que con los años vas a querer tener las fotos de la persona que eres, no de una ficticia. No voy a cambiar ni un pixel de tu rostro. Nada de eso hace falta para causar emoción en una fotografía. No eres tu quien quieres que te retoque, es tu propio ego, tus complejos y autorrechazos.
En mi persona no hay nada en contra del retoque fotográfico, de verdad, aunque parezca lo contrario. Cada estilo fotográfico tiene una orientación distinta. Veo normal que en moda o cosméticos retoquen las pieles de sus modelos, pero ellos venden un producto muy concreto. Pero eso no es fotografía de boda.
Nosotros, los fotógrafos de parejas hacemos recuerdos, ilusión. La fotografía de parejas se basa en unos principios muy distintos, no en echarle horas de edición en photoshop a una foto. De hecho entrego de media por sesión alrededor de 300 o 400 fotos, todas en color y en blanco y negro, las entrego por regla general en 1 o 2 días ¿Cómo voy a retocar tantas fotos en tan poco tiempo? No sería posible… no daría tiempo.
Mis fotos no entran en photoshop, llevo años haciéndolo así. A quien lo quiera, le invito y le enseño como lo hago, no tengo problema, no hay misterios de ningún tipo.
Cuando piensas en la luz y te concentras en buscar encuadres que emocionen y sabes sacarle el «alma» a un lugar es cuando salen fotos emocionantes. Todo lo demás es informática, yo soy fotógrafo.